miércoles, 19 de agosto de 2015

Demasiado Dirigidas y poco Lideradas

Dado que la función del liderazgo es producir cambios, es fundamental establecer la dirección de ese cambio.




Establecer una dirección nunca es lo mismo que planificar, ni siquiera a largo plazo, aunque a veces confundimos las dos. La planificación es un proceso de dirección, deductivo por naturaleza y diseñado para producir resultados ordenados, no un cambio. Establecer una dirección es más inductivo. Los líderes reúnen una gran variedad de datos y buscan ejemplos, relaciones y uniones que ayudan a explicar situaciones. Más aún, el aspecto concreto del liderazgo, que es el establecimiento de una dirección, no produce planes, crea visiones y estrategias. Estas describen un negocio, tecnología, o cultura corporativa en términos de lo que debería hacerse a largo plazo y articulan un posible camino para conseguir este objetivo.

lunes, 10 de agosto de 2015

Gobernando a los Directivos

Los resultados conseguidos por la empresa en la implantación de la estrategia dependen, como es natural, del acierto que se haya tenido en el diseño de su estructura de responsabilidades, es decir, en conseguir que se dé una intensa coherencia las responsabilidades definidas en la estructura y los objetivos a alcanzar formulados en la estrategia, pero la consecución de estos resultados depende en mucho mayor grado de las cualidades y calidad de la actuación de las personas que reciben los derechos de decisión, es decir, el encargo de desempeñar dichas responsabilidades.